jueves, 17 de noviembre de 2011

atardecer

Los últimos rayos de sol perfilaban las esbeltas figuras. Sus aspas giraban con una especie de majestuosa languidez,como si fuera el tiempo y no el viento el hacedor de su movimiento.

Contemplé su estampa desde el tren, hasta que la imagen se perdió en la oscuridad, sustituida por mi reflejo...

Y entonces, por un momento, pienso en quien soy y a donde voy.

Vuelvo la cabeza hacia la izquierda, y allí, mirando a esa mujer que dormita a mi lado, acunada por el vaivén del vagón y los sonidos de una aburrida película, encuentro una respuesta...