miércoles, 21 de diciembre de 2011

El Mister

Amato Domingo. Ese Hombre. Pregunten, pregunten a cualquier aficionado de Castello Di Mare por su equipo y esperen a ver. Su nombre, como por arte de magia, saldrá a la luz en un par de minutos.

Casi todos podemos marcar la vida de alguien, por fortuna o por desgracia. Pero muy pocos tienen la facultad de que su espíritu impregne, de alguna forma, los sentimientos e ilusiones de toda una comunidad.

Amato tenia ese poder. Recuerdo aun su fichaje, el equipo acababa de hacer una campaña mediocre en la C, arrastrándose casi toda la temporada por la zona baja de la clasificación. La directiva quiso dar un cambio de timón…y así llegó el.

Cierto es que no venia precedido de un historial abrumador. Retirado hacia poco, como jugador había sido un delantero elegante y fino, a la par que discreto (lógico, no jugaba nunca, y siempre estaba en la grada, bien trajeado). El decía que fue entonces cuando aprendió a leer el futbol, estudiando las jugadas desde el palco. Lo malo, por lo que se vio posteriormente, es que su libro debía estar escrito en un idioma extranjero, que el desconocía…

Mentiría si dijera que la expectación se desató con su presentación, pero si que no dejó indiferente a nadie. Además de afirmar de que el objetivo era el ascenso, su pulida prosa, de enrevesado despliegue y profundo significado, le hacia destacar sobre el conjunto como una lechuga en un campo de remolachas. Y es que lo que al final terminamos denominando como “Filosofía Dominguera” dominaba la escena.

Pocos entrenadores se habrían quedado tan panchos tras afirmar en la rueda de prensa cosas como: “El espíritu animal del hombre queda vivamente reflejado cuando se reúne en grandes multitudes, allí suele retomar instintos atávicos, nunca extirpados por la civilización, solo adormecidos. Por eso los gritos de los hinchas deportivos o de los fans musicales nos recuerdan tanto a los rugidos de las fieras, porque son rugidos de fieras".

Lo confieso, ganáramos o perdiéramos, yo esperaba expectante sus intervenciones. Como ese día que, cabreado por el trato recibido por la prensa, se descargo con: "la única razón de vuestra existencia es demostrar la imposibilidad de que exista vida inteligente en la tierra". A lo que añadió, tras interpelarle un reportero sobre porque creía que estábamos en su contra: “Si alguien te mete el dedo en el ojo, te da un puñetazo, te pisa el pie y luego te escupe cuando estas en el suelo, no tengas dudas, ese tipo no te quiere bien".

Titulares…sin duda, era un generador de ellos, uno de esos personajes que son incapaces de pasar por la escena como secundarios, lo suyo es el divismo de las estrellas. Como esa vez que enfadado con la actuación arbitral, comentaba sobre la misma:
Existen personas cuyo oficio es ser imagen de diccionario, ¿o no habéis conocido alguna vez a gente de la que pensarais que debería figurar su foto al lado de la palabra imbécil?"

Como entrenador, Amato parecía querer basar su “ideología” en las enseñanzas de Cruyff. No, no a las del fútbol ofensivo, placer por el toque y buen juego, sino a colocar familiares, sacarse de la nada futbolistas desconocidos y hacer cambios inexplicables.
Y así nos fueron las cosas. Empezamos perdiendo tres partidos, y la afición se puso de uñas. Pero…si creéis que eso afectó en algo al mister, estáis equivocados.
Su respuesta a que opinaba sobre la situación del equipo, fue antológica: “En un mundo en el que tener el tubo de escape más ruidoso es señal de lo macho que es uno no cabe tener demasiadas esperanzas. Menos si eres fabricante de equipos contra la sordera".

Parecía su fin, pero…casi de forma milagrosa (y sin casi, goles en el ultimo minuto, penaltis inexplicables a favor, delanteros rivales que fallaban lo infallable) cinco victorias seguidas fueron cayendo. Pero, y eso hay que admitirlo, lejos de ufanarse con los triunfos, Amato seguía con su mismo discurso, a la pregunta de si había dudado en algún momento de su validez, respondió: “Si dudas de ti mismo, al menos sabes que no eres un prepotente. Otra cosa es que existe la posibilidad de que seas realmente un inútil"

La temporada continuó así, envuelta en altibajos (más bajos que altos), con el equipo deslizándose lentamente hacia la zona baja. Las entrevistas seguían siendo jugosas, como cuando al impedir una nevada la disputa de un encuentro, se soltó con “Del frío solo me gustan los cubitos de mi Whisky".

Y así llegamos al último encuentro. Nos bastaba con un empate para salvarnos, jugábamos en casa, ante el colista, que nada se jugaba. Y claro…le dio uno de esos ataques de genialidad, dejó en el banquillo al delantero titular, hizo debutar a un juvenil en banda (“yo soy central, pero juego donde me diga el mister”) y cambió el sistema.

Cuando nos metieron el tercero, el ambiente en el estadio andaba algo mas que caldeado. Y aunque nos salvamos (cosa de la derrota de nuestros rivales por evitar el descenso), sabíamos que el ciclo de Domingo había terminado aquí.

Y claro, cuando acudimos a la sala de prensa, lo hicimos llenos de expectación, sabíamos que lo de ese dia iba a ser histórico…

-Mister, ¿Qué le pareció la actitud de la afición?

-Como el numero de tontos en el mundo en lugar de disminuir parece que aumenta día a día, tal vez tengamos que asimilar que al igual que la entropía del universo tiende a hacerlo mas estable e inmóvil, también tiende a convertirlo en mas estúpido, con lo que podemos deducir que si estas quieto, eres mas estúpido que si te mueves...yo por si acaso voy a correr la maratón"

-¿no cree que esta siendo un poco duro con la hinchada?

-En el interior de casi todas las personas, casi siempre podremos encontrar algo valioso... Lo malo es que lo mismo sucede con el interior de casi todos los cerdos".

-¿Qué salio mal en sus planteamientos?

-Buscar la perfección absoluta no es más que otra forma de intentar alcanzar a los dioses, a costa de destruir lo que de humano tiene el hombre.

-¿Qué objetivo le queda ahora, tras su mas que segura marcha?

-La vida solo tiene un objetivo, la muerte

-Se le nota algo quemado, ¿no?

-Lo paradójico, terrible y hermoso de la raza humana, es que camina mirando a las estrellas mientras aun no recogió los cristales rotos en la tierra.

Así, de esa guisa, transcurrió su despedida, hasta que se levantó, con ademán de adiós definitivo…en ese momento, se volvió, se agachó, nos miró, y dijo al micrófono:

-Al final de tu vida, si puedes mirar hacia atrás sin que te tiemble la vista, si eso sucede...es que usas lentillas.

Domingo, Crack.