miércoles, 23 de febrero de 2011

El torneo de los siete mares

No era aquella la mejor tarde del mundo para jugar al fútbol, ni tampoco para verlo. Me encontraba sentado en la pequeña grada lateral(Descubierta, al menos que uno llevara gorra, claro) de uno de los campos de tierra del colegio Salesiano de mi antiguo barrio, a uno de cuyos equipos ayudaba a entrenaba (además de ejercer de preparador de porteros, medio delegado y de chico del botiquín) mi amigo Pedro, famoso en su época de jugador por lo broncas que era, cosas de no saber perder...que me lo digan a mi, que he sido su compañero de mus durante mucho tiempo.

Mientras me embutía aun más en el chaquetón y me frotaba las manos para hacer frente al intenso frío (desde un punto de vista cartagenero, que nosotros en cuando baja de quince grados estamos helados), el equipo de mi amigo perdía (como casi siempre), los padres intentaban animar a sus hijos con cierto entusiasmo(seguramente alguno esperaba que el zagalico le sacara de pobre, pero viendo su manejo del balón, casi mejor que confiara en las quinielas…), y nuevos goles seguían lloviendo…en contra. Que mérito tiene esto del fútbol aficionado, pensaba, aunque, tal vez mezquinamente, mi admiración iba más hacia los espectadores que a los chavales…

Por fin terminó el encuentro, con algunos tímidos aplausos, carreras hacia el vestuario…mientras se vaciaban las gradas, ya que estaba ahí, y como Pedrito aun tenia que firmar el acta, darles ánimos a sus pupilos derrotados y demás zarandajas pospartido me decidí a quedarme viendo el siguiente enfrentamiento. Pero…no pude evitar la sorpresa cuando observé que lejos de la chiquillería del match anterior, quienes ahora ocupaban el terreno estaban algo pasaditos (de kilos y de años). Sobre el césped, con una uniformidad algo fantasiosa (las camisetas tenían mas o menos el mismo color, tirando a blanco en un equipo, a oscuro en el otro, pero no debía haber dos pantalones iguales, ni en color ni en talla), 14 jugadores, siete por escuadra. Y viéndoles, quedaba claro que debió haber sido complicado reunir ese número, especialmente para el equipo oscuro, que contaba con un portero de unos 120 kilos (tirando por lo bajo), un par de defensas que debían rondar los sesenta (años) y que daban la impresión de tener la movilidad de una estatua, y una delantera de impresión, mas que nada por las abundantes protuberancias mamarias (en tamaño, no en numero, que me estabais entendiendo, eh) de las que estaba dotada la rubia jugadora. Y es que era un equipo mixto, había malos y peores. De eso me di cuenta cuanto a los 5 minutos perdían ya 2 a 0 (y porque para sacar de centro tardaban lo suyo).

A mi lado, antes de comenzar el partido, se había sentado un curioso personaje de espesa barba blanca y largos cabellos, tocado con una gorra blanca y engarzado en una túpida zamarra azul, con una muleta al lado, que se encargaba de amenizar el encuentro animando con entusiasmo a los cada vez mas atribulados chicos de oscuro. Era extranjero, de eso no cabía duda (ese Shit cuando el segundo gol…), y por esas cosas del aburrimiento y la curiosidad (y por eso de que éramos los dos únicos espectadores de la apasionante liza) intenté entablar conversación.

No fue fácil, por eso de que mi nivel de ingles es pobre (Aimsorrymaipuringlis, como les digo a los pobres británicos que me preguntan por alguna dirección), y el suyo de castellano mas o menos similar (stupid cabrones y mas vocabulario del estilo sobre todo) pero con el idioma universal de los signos y el fútbol (¿Yuardanish?ah, Brondy, laursen, mortenorsen, laudrup, red dinamite, eurocup, butrragueño,mexico), pudimos iniciar un dialogo mas o menos coherente (mas bien menos). Y así pude enterarme de quienes eran los aguerridos peloteros que estaban deleitándonos con su juego(es un decir, pero al menos le ponían ganas). Se trataba de las tripulaciones de dos barcos , el Skandi Fjord, un petrolero de pabellón bahameño y tripulación mestiza (algunos nigerianos, que era de donde traían el petróleo, indonesios, oficiales noruegos y algún filipino despistado) y el navío donde mi “Amigo” el lobo de mar (marinero de primera clase, me dijo orgullosamente mientras se palmeaba vigorosamente el pecho) estaba embarcado, el buque tanque Stoc Petrea, de bandera sueca. Y lo que yo pensé que era un simple amistoso, resultaba ser uno más del casi medio millar de partidos “oficiales” que formaban parte de una competición llamada el torneo de los siete mares. Según me explicó, el mismo estaba organizado por el comité deportivo de las gentes del mar ("Seafarers", aunque confieso que en esos momentos creí que hablaba de alguna asociación de pirómanos marinos). Las reglas de puntuación eran algo complicadas, pero al parecer contaba cualquier resultado que se fuera obteniendo a lo largo del año(con un mínimo de seis encuentros para optar al título), contra cualquier barco en cualquier puerto, teniendo ,eso si ,que ser varios de ellos contra buques de distinta nacionalidad (nacionalidad de la bandera del navio, no de tripulación). El problema del Stoc Petrea, como me decía compungido el hombre, es que la tripulación era muy reducida, y encima el estaba lesionado ( una patada de un jodido búlgaro en Amberes, me pareció entender), y como solo miembros del mismo barco podían participar en el equipo…menos el cocinero camboyano, y este porque solo tenia una pierna, estaban jugando todos los tripulantes.
Como me explicó, el número de jugadores para que el partido fuera reconocido por el comité debía ser como mínimo de 7, el máximo de 11, algo en lo que tenían que ponerse de acuerdo antes de cada choque. Habían atracado aquella misma mañana en el muelle de Escombreras, la dársena industrial de Cartagena, donde se encuentran la refinería y los depósitos de gas natural, y rápidamente se habían puesto en contacto con la tripulación del otro buque, para intentar puntuar,pero ...no, y aquí me pareció verle sonrojarse, y no precisamente por el tercer tercio de cerveza que se estaba tomando, otro año mas iban a terminar sin ganar un solo partido, es más, este año ni siquiera habían podido lograr un gol…en el tiempo que llevábamos conversando, sus compañeros habían recibido en cambio otros tres chicharros mas, y con este 5 a 0 terminó la primera parte(de treinta minutos).

Me hubiera gustado seguir hablando con el hombre, pero en ese momento llego Pedro, y con pesar tuve que dejarlo, no sin antes desearle suerte. Quien sabe, tal vez otro día, en Rótterdam, Singapur, Estocolmo o Aruba, el Stoc Petrea ganaría un partido…tal vez.

Mientras marchábamos, aun le escuchaba tatarear la letra de Spanish Lady, seguramente dedicada en mi honor…o en el de alguna olvidada amiga de la noche que le hubiera prestado algún servicio, me dije, quien sabe. Casi tuve la esperanza, después de ese sucio pensamiento, que fuera el honor a ella…

Posdata: En realidad esta no es una historia real, pero tampoco se puede decir que sea completamente inventada…mi amigo Pedro existe, el campeonato de los siete mares también (de hecho leí sobre el en una revista antigua, y es lo que me dio pie a este pequeño cuento) y ciertamente, en alguna ocasión he mantenido alguna conversación de índole aun mas extraña con algún marino, de procedencia aun mas exótica (un tripulante de un submarino de la marina india, por ejemplo). Y por supuesto, el que también existe, como podéis ver en la foto inferior, es el Stoc Petrea, último clasificado de las ediciones 2006 y 2007 del torneo… no me negareis que no tienen merito sus tripulantes, cualquier otro hubiera dejado de participar, así que desde aquí, mi homenaje.

lunes, 21 de febrero de 2011

tristeza

Hay días en que sin más, la tristeza se apodera de ti. Ni siquiera hace falta un motivo. Te basta mirarte al espejo y ver esa cara, la de siempre. Y tú al otro lado, sabiendo quien eres, que eres…y que no serás.

Y es que en ese rostro están impresos todos tus fracasos, todo lo que no fue, todo lo que nunca pudo ser, incluso todo lo que no sucederá.

Y eso es lo peor. No lo que dejaste atrás, con todo el dolor que supuso y aun supone, sino el echar la vista hacia delante y no ver nada, no poder esperar algo diferente…solo el estar condenado a repetir la misma historia.

Esa sensación de inevitabilidad te destroza el alma, mata tu esperanza y fulmina tus sueños. Dejas de ser un hombre para convertirte en una marioneta, sin capacidad de decisión, sin voluntad, manejado por el destino…

Y sin embargo, es mentira. Echas la culpa a lo que te rodea, aunque sabes que lo que realmente falla esta dentro de ti. Y eso aumenta aun mas tu rabia, llegas casi a odiarte...incluso sin el casi.

Te ves incapaz de decir esa palabra que quieres, en el momento preciso. Abres abismos donde no existen, creas montañas donde solo hay llanuras. Te regodeas en tu cobardía y abandonas el campo sin presentar batalla. Huyes, como hiciste toda tu vida.

Te hundes en los recuerdos, buscando con sadismo los más dolorosos. Y allí, como siempre, esta ese momento a la puerta de un bar cuando tu corazón murió. Un segundo puede ser eterno, desde ese instante lo comprendiste.

Ni siquiera lloraste.Estabas demasiado ocupado maldiciéndote, acusándote, condenándote. Te juraste que no volvería a pasar, que no habría próxima vez, que preferías sufrir por una negativa que por la ausencia de pregunta.

Y en parte cumpliste.

Pero no es suficiente, nunca lo es. Sigues siendo débil, sigues cayendo derrotado sin combatir. Necesitarías un ejercito para apoyarte…pero estas solo.

Y seguramente, siempre lo estarás.

miércoles, 16 de febrero de 2011

El corazón de la ciudad

La fina y helada lluvia que no paraba de caer tenia la ventaja (al menos) de distraer nuestra atención del paisaje.

Era este uno de esos escenarios que muestra sin pudor el lado oscuro de la civilización, una matanza de la estética en hormigón, el marco ideal para la andanza de los hombres grises de Ende o Serrat.

Y sin embargo, esta descripción no hace justicia a esta jungla de asfalto.

Y es que las palabras son importantes, pero las sensaciones, aun más. Y contemplar las oscuras aceras, la suciedad del ambiente, los rostros inexpresivos, como de muertos en vida, de los habitantes del suburbio, producían un vacío en el alma, una especie de podredumbre vital, como si un moderno vampiro, émulo de los compañeros de Drácula o el ministerio de hacienda, hubiera absorbido la alegría, el color, el amor, todo lo que hace la vida mínimamente aceptable. Si, incluso estoy seguro que la cerveza estaría caliente…y las mujeres, frías.

Caminar por una de estas calles es uno de esos retos diarios, de esas ocultas hazañas que jamás saldrán en los papeles, y que convierte en auténticos héroes a anónimos ciudadanos. Hay que tener mucha fuerza de voluntad para no hundirse en la desolación al tener que vivir en un ambiente así, para no intentar poner un remedio definitivo a la situación…

Árboles desteñidos, cuando los hay, alguna camaleónica cabina que terminó adoptando la atonalidad del entorno, farolas cuyas luces, mas que vencer a las tinieblas, parecen rehenes de ellas. Como las casas, todas iguales, todas horribles, más que moradas, prisiones, que mantienen encadenados a sus habitantes a este infierno moral.

Dan ganas de gritar de rabia, de aplastar bajo las cadenas de un buldózer tanta miseria, tanto esfuerzo malgastado, tanta corrupción espiritual…

Y entonces, cuando estas lleno de tan saludables pensamientos, cuando sin dudarlo apretarías ese botón grande y rojo de las películas, oyes un grito, después, mil, diez mil. Una ola de emoción sacude la atmósfera, por un momento parece que el invierno de la amargura podrá dar paso a una primavera de felicidad. Y sigues caminando, esta vez con el más importante de los alicientes en tu interior, la esperanza. Y al torcer una esquina, igual a las cien esquinas anteriores, todo cambia. Y vuelves a oír otro rugido, que como una riada mediterránea se extiende y se expande, ahogando todo lo negativo.

Y lo que al parecer no era más que un alarido sin significado, crece y se hace palabra, y se escucha, repetido por miles de gargantas, al tiempo expresión de libertad, de comunión humana, de bálsamo contra el desaliento. Y por un momento, todo lo que merece la pena, puede resumirse con tres mágicas letras:

GOL.

Posdata: Este cuento partió de la foto que os dejo debajo, ella es este relato.

jueves, 10 de febrero de 2011

El Affaire Lino

Esto que van a leer a continuación no es un relato de ficción. Se trata, aunque duela admitirlo, de una confesión.

Podemos llamarlo el problema, el caso, el incidente. Pero lo cierto, sea cual sea el nombre que le demos, es que fue un feo asunto.

Hubo un culpable, y alguna victima.

Y el culpable, fui Yo.

No estoy orgulloso de lo que hice, ni pretendo convertir estas líneas en una defensa de mi actuación.

No, digamos que llegó la hora de expiar los pecados, lavar mi conciencia y exponer al mundo el lado oscuro de mi usualmente bondadoso carácter.

Porque todos, incluso los que solemos movernos por el lado iluminado de la sociedad, podemos tener nuestros momentos grises…

Debemos retroceder en el tiempo unos meses, hasta el largo y calido verano del 2010. Cartagena ardía, como siempre en esa época. Nosotros intentábamos aliviar el calor combinando los días de playa con las noches de cerveza. Lo importante era estar siempre mojados, por dentro y por fuera.

Al menos, en el horizonte, un punto de frescor. A finales de Agosto, nos aguardaba Estocolmo. Miles de kilómetros al norte y una docena de grados menos de temperatura.

Llevábamos esperando el viaje mucho tiempo, y se puede decir lo mismo de su planificación. Como casi siempre, el encargado de estudiar el itinerario, lo que visitar, que comer y que beber, era yo.

No, no quiero usar esto de excusa, pero cuando uno tiene el poder, la tentación de usarlo para el mal, es casi inevitable. Y a veces, es imposible evitar no caer en la tentación…

Éramos siete los componentes de la expedición. Gente veterana, que ya había explorado, a riesgo de su integridad física (no conocéis el peligro de las hordas de inglesas borrachas) los antros nocturnos del Dublín invernal. Gente dura, resistente. Pero como en todas las manadas, siempre hay un macho dominante, un espécimen que destaca por su fortaleza, por sus innatas dotes para seguir de fiesta cuando el común de los mortales ya solo piensa en rendirse al sueño. Al lado de el, el resto no éramos más que decadentes candidatos al asilo.

Ese mono jefe, ese portento de la naturaleza capaz de meterse trece pintas de Guinness a lo largo de una de sus jornadas irlandesas y seguir caminando derecho y sin torcer su rumbo (que solía conducir a otra pinta, casi inevitablemente), es Félix. Si, ciertamente no es su verdadero nombre, pero uno no pretende que le demanden por injurias, se con quien me la juego, y se quien saldría perdiendo.

No es difícil describir a Félix. Es de esas personas limpias, integras, con una personalidad agradable, reforzada por su altura y su aspecto juvenil. Una compañía excelente, el típico amigo que todo hombre desea tener. Que sea abogado parece un punto negro en su historial, pero incluso eso es perdonable.

Pero…hay un aspecto del carácter de Félix que nos preocupa a todos. Su exuberancia. Su prodigalidad en el gasto de energía. Su necesidad imperiosa de probar sus límites, sobrepasándolos una y otra vez.

Estamos hablando de una persona capaz de correr cincuenta kilómetros subiendo y bajando montes, para salir de fiesta a continuación y recogerse después que el resto, que lo máximo que había subido ese día era la tapa del Wc. Eso, junto a la idea, persistente en su cerebro, de que un tiempo razonable y suficiente para descansar durante la noche son tres horas (mientras que el trabajo nunca termina realmente para el), causa entre sus amigos una cierta zozobra. Y es que, a ese ritmo, llegar a los 40 sin que te haya dado un infarto casi parece algo que celebrar.

Quiero que se entienda que esto, en buena medida, fue una de los motivos que estaban presentes en mi mente cuando se urdió el plan. Ciertamente, las posibilidades cómicas del proyecto tampoco se me escaparon, y si, sin duda existió un cierto componente maligno, un decir, yo también puedo ser malo…para que negarlo. Pero se trató en resumen, de una suma de factores difícilmente separables que condujeron al resultado final…del cual toca hablar, ahora.

Principios de Junio. Si, una fecha temprana, y de hecho una sorpresa para mi haber comprobado que fue entonces cuando se inicio todo (hubiera jurado que solo se remontaba a principios de agosto), porque aumenta lo premeditado de mi delito. Pero la realidad no se puede cambiar, aunque se quiera, y yo prefiera, esta vez al menos, ser fiel a la verdad.

Por entonces voy, cada pocos días, mandando a los compañeros propuestas de rutas, de sitios que visitar, información sobre precios, para que nos vayamos haciendo una idea de lo que nos vamos a encontrar y escuchar propuestas sobre que hacer.

La mayoría mira poco, pero que no se diga que no trabajo.

Mientras estoy procediendo a la recopilación de datos, un enlace me llama la atención.

Estocolmo, la capital gay de Escandinavia”. Así rezaba el titulo del mismo. En ese momento, se me encendió una lucecita, y un diablillo sin escrúpulos se me colocó sobre el hombro.

Accedí a la pagina, y allí estaba el. El Lino.

En ese instante, el crimen estaba ya cometido. Mentalmente, al menos, yo ya era culpable, aunque nada hubiera sido hecho aun. Pero todo tiene un comienzo, y el cruel destino de Félix comenzó a fraguarse justo entonces.

Escribí un nuevo correo. Pero esta vez, eran cinco y no seis los destinatarios. Guardó el mail, y casi me avergüenza releerlo ahora, después de todo aquello…pero uno debe asumir sus errores, y cargar con sus efectos en la conciencia. El contenido del mensaje, era este, enviado un 12 de Junio, sábado, a las 2 y 22 de la tarde:

Bueno, aquí tenéis unas guías interesantes sobre Estocolmo (vease una de esas guias). Es la capital gay de Escandinavia. Pero no, este mensaje que os envío tiene más que ver con Félix. Como veis no se lo estoy enviando a el. Lo que os propongo es que de alguna manera seamos capaces de hacerle desear ir a alguno de esos antros de perversión moral:

"Södermalm y Gamla Stan (casco antiguo) son los dos principales centros de vida nocturna gay en Estocolmo. En Gamla Stan encontrarás en la Torget, un favorito de todos los géneros, con temas diferentes cada noche. En Södermalm que también encontrará, por ejemplo, el club gay Side Track.
Sin embargo, en Södermalm es la fiesta de té domingo en el barco de vapor Patricia. Y si desea descansar sus pies luego de bailar, puede ir al piso superior donde se pueden admirar las luces de Estocolmo. O por qué no intentar el Club G donde todos los viernes y sábado hay fiesta, o el Club Lino orientada, al oeste de Gamla Stan, con cuatro bares, tres pistas de baile y una terraza al aire libre grande."

Así que yo intentare inculcarle la idea de que el Club Lino es la caña, cuando os proponga ir (que espero que lo haga) no le digáis que no por ser gay, por si acaso eh?, buscaros otra excusa si eso. Me lo imagino por la calle, preguntando por la dirección...”

Tal vez todo hubiera acabado aquí, como seguramente merecía, como una mas de mis propuestas caídas en el olvido.

Lamentablemente alguien me respondió, calificando la idea de algo así como “genialidad maquiavélica”. Y esa noche, o la siguiente, hable con Félix a través del ordenador. Si, cara a cara seguramente no hubiera sido capaz de semejante tropelía, pero aquí, oculto mi rostro, procedí con una abyección digna del peor criminal. Le hable del lino, de sus pistas, sus bares, de lo animado del local…olvidando mencionar ciertos factores que condicionaban sus muchos dones. Y Félix, todo bondad, todo fe en mi, procedió a grabar ese nombre en uno de los inabarcables ficheros de su mente.

Faltaban aun más de dos meses para el viaje. Dos meses que mantuve el engaño, dos meses de creación de expectativas por su parte, de descarado regodeo por parte mía y de mis cómplices pensando en lo que podría suceder

Paso el mundial, cuando fuimos campeones, y ni entonces fuimos capaces de revelarle la verdad. Es duro ver el grado de malignidad que podían albergar nuestros corazones, lo cierto de la doctrina de uno de nuestros ideólogos cuando hablaba del enfoque darwinista de la amistad…pensábamos que todo era muy divertido, y de lo que nos podríamos reír con las reacciones de Félix…sin pensar en el dolor que podíamos causar, en esa fe de niño quebrantada…Yo creo que para entonces ya estaba arrepentido en parte, pero…nada hice, sino callar y seguir el juego.

Por fin, llegó el día de nuestra partida. Segunda mitad de agosto. Salida en medio del agobiante achicharramiento del sureste español, llegada al frescor de la noche escandinava.
Ese día tocaba descansar, para comenzar temprano la siguiente jornada. Y bien que hicimos, porque al día siguiente tuvimos la fortuna de comprobar que los obreros suecos se toman en serio su trabajo, cuando a las siete de la mañana comenzamos a escuchar golpes junto a la ventana de la habitación. A un pueblo así de trabajador, te dan ganas de alabarlo cuando estas lejos, pero en ese momento nos salían otras palabras por la boca.

Andamos lo que no esta escrito, desgastando unos centímetros las suelas de nuestras botas. Pero a la noche…mientras la mayoría hizo una salida rápida y luego fue en busca del descanso (Todo sea dicho, Estocolmo, en comparación con la noche Dublinesa es un jodido convento…y de clausura), el amigo Félix, como no, siguió en acción, acompañado del también incombustible Txema. Txema…que sin saberlo, ni el ni nosotros, se iba a convertir en otra de las victimas del affaire Lino. Y es que, a pesar de recibir el correo, no se molestó en leerlo. Así que, junto con Félix, se dedicaron el resto de la noche a encontrar donde estaba el mencionado local…sin suerte. El que las preguntas fueran dirigidas preferentemente a bellas señoritas del sexo opuesto, y el que la respuesta de ellas fueran una negación ignorante o, peor aun, una mirada extrañada y una huida rápida, no inmutó en exceso a los exploradores. Ya lo encontrarían…

Segundo día. Casi más largo aun que el anterior (tantas horas de sol dan para mucho). Visitamos el ayuntamiento, para mi gusto un monumento al exceso y al gusto kitsch, y luego la joya de la corona, el museo Vasa. Es imposible expresar con palabras lo que se siente cuando entras ahí dentro y ves ese inmenso navío, rescatado del mar, el tiempo y el olvido tras trescientos años. Impresiona, pero esa palabra no hace justicia real a las sensaciones que causa.

Pero…llegó la noche. Esa tarde, buscando por Internet, le había conseguido a Félix la dirección del Lino. Así que era entonces o nunca.

Fuimos a una cervecería. Yo ya me estaba acostumbrando a esa birra ligera, con escasa graduación alcohólica que pasa por cerveza local. Sentados allí, comenzamos a dialogar sobre el Lino, todos hablando muy bien del sitio. Si alguien se hubiera decidido en ese momento a acompañarle, Félix se hubiera metido de cabeza allí…pero ninguno quería llegar tan lejos. Solo queríamos, miserables de nosotros, que el que llegara tan lejos fuera el.

Pero entonces se escuchó una voz, la de Txema, que pronunció las palabras que marcaban el fin de la farsa:

“¿Joe, ese sitio no será un bar gay no? “ (No es textualmente lo que dijo, pero si una idea aproximada de lo que quiso decir).

Félix nos miró entonces con su mirada trasparente e ingenua diciendo:

“¿no será verdad,no? “ (Tampoco es textual, pero…uno no estaba con el blog de notas apuntando…debería).

Aun se hubiera podido salvar algo, pero…con lo que me había costado mantener tanto tiempo el secreto, en lugar de reaccionar negando todo, creo que solo pude acusar a Txema con un leve: “pero para que lo dices”, a lo que el respondió “¿pero entonces es que si?

Quiero que os imaginéis la escena. Un grupo de españoles, en una mesa de una cervecería irlandesa en Estocolmo. Dos de ellos, algo amoscados, el resto, riendo a lágrima viva. Y es que contemplar los rostros de ambos y lo que nos decían (“claro, así todas las tías nos miraban raro y se marchaban”), mientras nosotros imaginábamos lo que les había pasado el día de antes…conducía inevitablemente a la carcajada. Si, yo ya estaba arrepentido (si alguien no se merecía lo que le habíamos hecho, sin duda era Félix), pero realmente no lo estaba demostrando mucho…es difícil creer en la bondad de carácter del otro, cuando ese otro se esta partiendo la caja a un metro tuya.

Pero hubo un momento en el que vi la luz. Cuando Félix me miro, se dio la vuelta y dejo claro que ya no hablaba más conmigo, y que no se esperaba eso de mi…si, entonces, comprendí la gravedad de mi acción. Había traicionado a un amigo, había hecho tambalear su fe en mí y en la amistad.
Ser malo puede ser divertido, pero si tienes consciencia, al final, el crimen paga.
Desde entonces espero ser merecedor alguna vez de su perdón, y vago en pena en busca de una penitencia que desaloje de mi alma el pecado.

Porque lo peor de todo es que en el fondo, cada vez que recuerdo todo aquello, en lugar de fijarme en lo que debieron sufrir mis amigos, sigo riéndome a carcajadas de la sorpresa de sus rostros aquella noche, en la taberna irlandesa de Estocolmo.

De eso, y de que la única escandinava con la que hubieran tenido opciones de ligar fuera una de esas suecas de las películas de Alfredo Landa, que les recibió en un bar al grito de “Españoles” (omito por pudor lo sucedido después, con unos besos inolvidables...lamentablemente inolvidables).Entiéndase que cuando digo sueca de las de Landa es que por edad hubiera podido haber participado en esas películas .Haciendo de madurita. En los 60. Y si, a ella, también le preguntaron por el Lino…

Posdata: Y no, no mentía al principio, esto es, casi íntegramente, una descripción fideligna de un hecho auténtico. ¿se nota mi arrepentimiento, no?

domingo, 6 de febrero de 2011

Vestida de cielo

- Tienes la mirada sucia.

Me dijiste, mientras sonreías dulcemente, con esa cara de no haber roto un plato nunca, que haría que cualquier hombre destrozara vajillas enteras por enlazar sus labios sobre ella.

- Hace juego con mis pensamientos.

Te respondí. No me engañabas, y sin embargo, lo hacías. Se como eres, se cual es tu disfraz, pero…no puedo evitar ansiar caer atrapado en tu embrujo.

Te diste la vuelta. Mientras yo te observaba desde la puerta, te acercaste a la ventana. Allí, dejaste deslizar la capa que te cubría, que cayó al suelo sin apenas hacer ruido…pero produciendo una honda expansiva que aceleró de golpe mi pulso.

Sola, en mitad de la habitación, únicamente cubría tu cuerpo el pálido reflejo de la luna. Estabas vestida de cielo, dirían los poetas, esa clase de hombre que descubriera hace tiempo que si no eres atractivo tienes que buscarte la vida de algún otro modo si quieres extender tus genes…

No había allí cuerpo perfecto. Ni falta que hacia. Conocía cada una de tus imperfecciones, esas que te hacían una mujer real, y no uno de esos productos mezcla del bisturí del cirujano y la pantalla de ordenador. Me acerqué a ti.

Recorrí con mis dedos tu rostro, viajando a través de las cicatrices que la vida había dejado sobre el. ¿ seria yo quizás el causante de la próxima herida, o la victima de tu venganza? No lo se, pero… ¿Quién no querría perderse entre tus brazos y pasar a ser parte de tus recuerdos? Al menos mi vida ya no habría sido en vano, me dije...

Acaricio tu roja cabellera, mientras te abrazó e inclino tu cabeza sobre mi pecho. Podría estar así cien años, el tiempo en ocasiones haría mejor en detenerse, cuando algo llega a la perfección no hay que ir con prisas.

- Estas caliente- Dijiste, y de nuevo no supe si estabas siendo inocente o fingiendo ese candor.

- A mi lado, ahora, el infierno esta helado- te respondí mientras mis manos seguían trazando palabras sobre tu piel.

- El infierno esta un poco más abajo- replicaste con un tono de voz capaz de derretir la Antártida, mientras me ponías un ejemplo práctico de su situación geográfica a mi costa…y a mi gozo.

Sabía que estaba perdido. En el fondo, incluso cuando dejas que te gane, me derrotas. Atrapado en tu red, mientras yo creo mover los hilos, tú sabes que mueves mis manos.

Vuelvo a mirarte. Allí, detrás de tu sonrisa ingenua y tu mirada cándida, creo reconocer un pozo de malicia, un océano de perversidad que me ahogara…y en lugar de huir, estoy deseando sumergirme en el. No, no será tu culpa cuando todo termine, toda la responsabilidad esta en mi mente, en mi corazón…o en aquella parte de mi cuerpo que me gobierna en estos momentos.

Sensual, te arrojas en la cama, y me esperas mientras dejo atrás todo lo que fui. Antes de unirme a ti, para el resto de la noche, para el resto de mi vida, desconecto la música.

Cuando has alcanzado el cielo, la única banda sonora que necesitas es la voz de tu ángel particular, susurrando, junto a tu oído, palabras de amor.


Ayer, eran algo más de las cuatro y media de la mañana de una de esas noches en la que mi mente decide que no tiene sueño, cuando comenzaron a aparecerme flashes de un relato. Para mi sorpresa, se trataba de un relato erótico. Al principio lo deje ir, intentando arrastrar a mi cerebro al sueño, pero era inútil. Agarré lápiz y papel, y comencé a esbozar, con una idea aquí y otra allí, lo que podría ser el germen de un pequeño cuento. Por fin, saciada su ambición, pude conciliar el sueño. Temeroso de que si no le daba forma esta noche volviera a atormentarme, este es el producto de esos pensamientos trasnochadores…por supuesto, es erótico (muy Light) y no pornográfico, que uno es un caballero…(¿)

jueves, 3 de febrero de 2011

Citas arrabaleras

Hace un tiempo, medio creé, medio surgió por su propia iniciativa un filósofo arrabalero y cínico. De nombre escogió (ni se me ocurriría decir que lo elegí yo) el de Sadman Dogson. Desde entonces, de vez en cuando aparece en mi mente alguna frase que se que procede directamente de su tortuoso cerebro. No me hago responsable de sus palabras, porque ni sus ideas son las mías (al menos al completo) ni veo la vida con su cinismo (lo mió es más la ironía amable, me gusta reírme con la gente, no de la gente.

Así pues, a partir de ahora, os quedáis con una recopilación de sus “verdades”. Que os sea leve…


"Algún día, en algún lugar, miraras a la ventana y te darás cuenta de que al otro lado hay un imbécil mirándote. Y luego, de que no es una ventana, sino un espejo"

Sadman Dogson, Filósofo existencial

“Cuando un hombre crea una obra de arte, escribe una poesía, o simplemente imagina algo nuevo, por un instante tiene en sus manos el poder de un Dios."

“Hay mucha gente que no cree en nada, salvo en todo”

Sadman Dogson, crédulo incrédulo.

“Lo que me da miedo de la gente que es capaz de morir por una idea, es que suele ser capaz también de matar por ella"

"Y al final de tu vida, si puedes mirar hacia atrás sin que te tiemble la vista, si eso sucede...es que usas lentillas"

Sadman Dogson, oculista

Si dudas de ti mismo, al menos sabes que no eres un prepotente. Otra cosa es que existe la posibilidad de que seas realmente un inútil"

Sadman Dogson, dudando

“Si alguien te mete el dedo en el ojo, te da un puñetazo, te pisa el pie y luego te escupe cuando estas en el suelo, no tengas dudas, ese tipo no te quiere bien"

Sadman Dogson, genio a cobro revertido

En el interior de casi todas las personas, casi siempre podremos encontrar algo valioso... Lo malo es que lo mismo sucede con el interior de casi todos los cerdos"

Sadman Dogson, carnicero

“el principal problema para el crecimiento humano es el crecimiento de la humanidad"
En un mundo en el que tener el tubo de escape más ruidoso es señal de lo macho que es uno no caben tener demasiadas esperanzas. Menos si eres fabricante de equipos contra la sordera"

Sadman Dogson, antimotero

“Lo paradójico, terrible y hermoso de la raza humana, es que camina mirando a las estrellas mientras aun no recogió los cristales rotos en la tierra"

Sadman Dogson, astrónomo

“Los historiadores hacen mas historia que muchos reyes y generales"

Sadman Dogson, farsario

“Vivir es un suicidio lento"

“¿Que diferencia a los hombres de los loros? esta claro, unos están mas informados y dicen menos tonterías que otros. Ah, y que esos tienen plumas"

Sadman Dogson, zoólogo (no zoofilo)

"Si el silencio es la mejor virtud, hagamos santos a los mudos"

Sadman Dogson, Creyente

Si de repente te viene una sonrisa estupida a la cara, sin motivo, o bien alguien penetro en tu corazón, o bien deberías decirle a tu amigo que apagara el porro que se esta fumando. O que lo comparta contigo. El porro, no la chica. Bueno, casi mejor la chica"

Sadman, entre nubes

Como dijo Sadman Dogson: "la única razón de tu existencia es demostrar la imposibilidad de que exista vida inteligente en la tierra"

“Como dijo Sadman Dogson "cualquier causa, por disparatada o criminal que fuera, siempre tendrá sus partidarios. Si unos extraterrestres invadieran la tierra, con el claro y sano propósito de exterminar a la raza humana, estad seguros de que aparecerían grupos en defensa de la paz con los extraterrestres o apoyándolos en su derecho a exterminarnos
Los humanos somos así”.

"Existen personas cuyo oficio es ser imagen de diccionario, ¿o no habéis conocido alguna vez a personas de la que pensarais que debería figurar su foto al lado de la palabra imbécil?"

Sadman Dogson, escribidor

"la mitad de lo que ahora se llama historia no es mas que política o propaganda"

“Es normal que la gente prefiera ser idiota a inteligente, ser listo solo trae problemas, Ser mas infeliz, sufres por cosas de las que ni te darías cuenta en tu ignorancia...abrir la mente es realmente doloroso, y a la mayoría de las personas no le gusta sufrir. Así que podríamos decir que los que buscan la inteligencia son en cierto sentido una especie de masoquistas culturales"

Sadman Dogson, Masoquista vocacional

La gente que habla de dividir la riqueza raramente piensa en que sea su riqueza la que hay que dividir. Es muy fácil ser desprendido y generoso con el dinero de otros"

Sadman Dogson, cerdo capitalista

“El fin de un año es época de nuevos propósitos y de viejos vicios... ¿no seria mejor tener vicios nuevos y propósitos antiguos? aunque siempre se pueden conjugar, si tu antiguo propósito se convierte en tu nuevo vicio, sobre todo si tiene forma de mujer"

Sadman Dogson, finalista

“La vida solo tiene un objetivo, la muerte"

Sadman Dogson, adivino

"Pocas personas tienen tanto poder como los historiadores, por sus manos pasa la posibilidad de cambiar el pasado"

“No hay nada más vacío que el cerebro de algunos humanos, ni nada en que la suciedad penetre de forma más rápida y duradera. Pero no es cierto que sea imposible de limpiar, solo que el método es en todos los casos mortal”

Sadman Dogson, neurólogo

“Buscar la perfección absoluta no es mas que otra forma de intentar alcanzar a los dioses, a costa de destruir lo que de humano tiene el hombre"

“El espíritu animal del hombre queda vivamente reflejado cuando se reúne en grandes multitudes, allí suele retomar instintos atávicos, nunca extirpados por la civilización, solo adormecidos. Por eso los gritos de los hinchas deportivos o de los fans musicales nos recuerdan tanto a los rugidos de las fieras, porque son rugidos de fieras"

Sadman Dogson, simplemente el

“Del frío solo me gustan los cubitos de mi Whisky"

Sadman Dogson, friolero

“La persona mas peligrosa del mundo es un idealista con sentimientos de culpa, porque en lugar de sacrificarse a si mismo para paliar su responsabilidad, suele pretender que sea la sociedad la que se entregue"

“Un fotógrafo con una cámara suele ser una cámara con un fotógrafo"

“La gente es para los políticos lo que la plastilina a los niños, algo que manipular y jugar con ella"

Sadman Dogson, ególatra

“¿Que cual es el peor consejo que se le puede dar a un hombre? que sea el mismo, las relaciones humanas, la civilización misma, están basadas en un cierto barniz de hipocresía si se quiere, pero que evito a lo largo de los siglos miles de conflictos.¿que es eso de ser uno mismo? la inmensa mayoría de la gente es egoísta, desconsiderada, ignorante y ya de por si piensa en si misma todo el tiempo, para encima que le den consejos estúpidos que la vuelvan mas arrogante, mezquina y miserable si cabe".

Sadman dogson, misántropo

"Cada paso que damos, cada segundo que corre, estamos algo mas cerca de nuestro final, si nos parásemos a pensar realmente lo que eso significa, si entendiéramos en toda su desnudez tal pensamiento, nos volveríamos locos. O tal vez lo estemos, si podemos vivir de esa manera, con la muerte a los talones, como una sombra que nunca esta demasiado lejos..."

Sadman Dogson, optimista

"estoy seguro de que detrás de cada mujer inteligente hay un hombre inteligente, pero dudo mucho de lo contrario, las mujeres valoran el contenido, los hombres, incluso los inteligentes, suelen quedarse en el continente. Es como si valoráramos mas una canica envuelta en una hermosa caja que un diamante dentro de una servilleta"

Sadman Dogson, Juez y parte

“Nunca intentes convencer a un fanático, puedes ignorarle, lo cual es peligroso, puedes combatirle, lo cual es valeroso, puedes simplemente mantenerlo bajo vigilancia, lo cual es inteligente, pero si es de verdad un fanático y no lo juzgaste mal, jamás cambiara su modo de pensar, y solo perderás tu tiempo y paciencia".

“Se coge a dos personas y se les condena hasta su muerte a estar atados entre si, para tal acontecimiento, se reúnen unas docenas de conocidos de cada uno de ellos, que se dedican la mitad del tiempo a criticar a uno, a la otra, al resto de los allí reunidos o a cualquier parte de la ceremonia. La otra mitad del tiempo se atiborran de comida. Durante la orgía gastronómica, se suceden innumerables llamamientos al beso entre los condenados, entre sus familiares, en posturas ridículas o encima de la silla. Al final de la misma, y posiblemente para olvidar lo que han tenido que ver, la mitad de los invitados se emborracha (algunos ya lo hicieron durante el ágape), otra parte baila (estos son los peores, sádicos que disfrutan del todo el acto) y otros bailan borrachos.

A esto se le llama boda, y para algunos de los condenados (preferentemente el sector femenino de los mismos) es el día mas feliz de sus vidas.

Si, casi que tenéis razón, arrasar la tierra y destruid la raza humana, hay que darle una oportunidad a especies mas racionales y bondadosas, como las ratas o las cucarachas.

Sadman Dogson intentando explicar a unos extraterrestres invasores los ritos nupciales humanos.

Y sadman habló: "busca siempre estar al lado de la razón y el sentido común, en el punto medio, lejos de extremismos. Eso es estar centrado, más allá de catalogaciones políticas. Pero, y esto no debes olvidarlo nunca, el punto medio no tiene por que estar a mitad de caminos entre dos posiciones. Si a un lado esta la pistola de un asesino, y al otro el cuerpo de la victima, estar en medio de ambos seria ser la bala. Y no confundas tampoco estar centrado con ser neutral, si se esta cometiendo algún acto deplorable y no actúas de algún modo contra el simplemente por que no te afecta a ti, no eres neutral, eres cómplice".

“Yo creo que existen las personas decentes. De hecho seguramente son muchas. Pero vivimos en un mundo donde si eres decente tienes que ocultarlo, no sea que te tomen por un lelo e intenten aprovecharse de ti, o por un rancio de costumbres anticuadas. Así que cuando estas en una conversación y oyes vanagloriarse al de enfrente de hacer 500 kilómetros en 3 horas, o de que engaño a su mujer o su novia, o cualquier hazaña del estilo, solo queda sonreír y asentir, mientras piensas lo miserable y repugnante que es su actitud"

Sadman Dogson, en proceso de beatificación

"muchas bombas han sido puestas por gente que solo quería mejorar la sociedad, que la gente viviera en un lugar mas justo, mas feliz, mas puro...un ejemplo de que la filosofía mal entendida puede ser mas mortal que fumarse un paquete de cigarrillos. Prohibamos la filosofía pues..."

“No se trata de luchar porque los fanáticos dentro cualquier religión tenga el derecho a actuar con impunidad, sino de impedir que ningún fanático, ni religioso ni de otro tipo, posea carta blanca en el intento de anular libertades e imponer voluntades. No combatimos para que los radicales católicos puedan hacer lo mismo que los fundamentalistas musulmanes, sino para que ellos no hagan lo que hacen. Yo no grito para que vuelva la inquisición, grito para anular la Sharia"

Sadman Dogson, librepensador

“como el numero de tontos en el mundo en lugar de disminuir parece que aumenta día a día, tal vez tengamos que asimilar que al igual que la entropía del universo tiende a hacerlo mas estable e inmóvil , también tiende a convertirlo en mas estúpido, con lo que podemos deducir que si estas quieto, eres mas estúpido que si te mueves...yo por si acaso voy a correrme la maratón"

“Un fanático es a la razón como el aceite al agua, puede convivir con ella, pero nunca se mezclaran"