martes, 3 de agosto de 2010

Enanos con alma de gigantes

Quien sabe. Puede que nunca haga nada. O tal vez lo haga y no me de cuenta de ello. O quizás hubiera sido mejor que no lo hubiera hecho. Siento a veces que apenas soy un grano de arena en una inmensa playa, un numero finito entre un universo de ellos.

Y en esas ocasiones es cuando estoy siendo optimista. Miles de millones de hombres pasaron antes de mí, y otros miles de millones lo harán después. ¿Cómo puedo pretender tener alguna importancia? ¿Por qué me obstino en ser diferente, en pretender serlo?

Un día es importante para una mariposa, pero para la eternidad es menos que un suspiro. Y mi vida entera significa menos para el infinito que un aleteo de esa mariposa para mí…

Y sin embargo siento, sufro. Mi dolor es real. Carece de importancia, perdido entre la inmensidad de la humanidad, pero a veces me parece tan enorme… ¿Por qué, si somos nada, padecemos como si no lo fuéramos? ¿Somos enanos con alma de gigante, hormigas con sentimientos de elefantes?

No hay comentarios:

Publicar un comentario