lunes, 7 de marzo de 2011

Flotando en la oscuridad

Flotas.

Te rodea la oscuridad, pero no tienes miedo. De hecho, te sientes protegida, más de lo que volverás a estar jamás.

Quisieras permanecer de esta manera, ingrávida y cálida, el resto de tu existencia.

Y así, feliz, te duermes.

Sueñas.

En tu mente escuchas esa voz que te acompaña desde siempre, aunque ese siempre sea tan cercano. Aunque no reconozcas las palabras que pronuncia, si las sientes. Transmite amor, y oírla te hace sentir bien.

Sonidos. Tu mundo esta lleno de ellos. Y ahora aun más. Más voces, diferentes.

Y de repente, la negrura en la que vives, da paso a algo que no conocías. Luz. Tus ojos se cierran para protegerse de ese resplandor cegador. Y al tiempo, frío, un frío como nunca has percibido.

Algo te agarra y te mueve. Te alejan del único hogar que habías conocido, te han arrebatado la seguridad y el calor.

Jamás te has sentido tan mal, tan sola, tan indefensa…

Te falta el oxigeno, tienes que llorar. Algo dentro de ti comienza a funcionar, respiras de nuevo.

Te manipulan. Vas pasando de mano en mano, mientras notas como te frotan todo el cuerpo.

Estas aterrorizada. No sabes que esta pasando, no sabes a donde conduce todo esto.

Y entonces, te colocan sobre una superficie suave, y la voz, esa voz que sabes que nunca permitiría que nada te dañara, te habla. Y te tranquilizas, porque entiendes que aunque todo ha cambiado, sigues estando protegida…

Despiertas.

Y ves que continuas estando en el mismo lugar, nadando en mitad de las tinieblas. Solo fue una pesadilla. la felicidad se apodera de ti, aliviada.

Y allí fuera, una sonrisa se abre en la cara de tu madre

2 comentarios:

  1. si cierto muy cierto,cuantas veces hemos sentido alivio al despertar, ufff martinico muy bien descrito el agobio.
    un beso

    ResponderEliminar
  2. En realidad es el sueño de un bebe que esta soñando con como va a salir...

    ResponderEliminar